La difícil realidad de las personas LGTBI que enfrentan rechazo y son finalmente expulsadas de sus hogares por sus familias es un problema profundamente preocupante. Para muchas personas, el lugar donde deberían sentirse más seguras se convierte en una fuente de miedo y dolor debido a la intolerancia y la discriminación.
Ser rechazade por la propia familia puede llevar a un trauma emocional y psicológico profundo. Las personas jóvenes LGTBI que se ven obligados a abandonar sus hogares a menudo se encuentran sin un sistema de apoyo, enfrentándose a la falta de hogar y siendo vulnerables a una mayor marginación y explotación.
El proceso de aceptación y autoafirmación ya es difícil para las personas LGTBI, y la carga añadida del rechazo familiar puede exacerbar sentimientos de soledad, aislamiento y desesperación. Es imperativo que la sociedad fomente un ambiente de aceptación, comprensión y amor, donde todes, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, se sientan valorades y abrazades por quienes son.
Este reportaje de El Periódico del Voluntariado, en el que participa COGAM, recoge esta terrible realidad: https://elperiodicodelvoluntariado.com/la-juventud-desterrada/
Grupo de Educación de COGAM 